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La agricultura regenerativa es un conjunto de prácticas y principios centrados en mantener sanos el suelo, el agua, los animales, las plantas autóctonas y las personas para las generaciones futuras. Estos métodos pretenden mantener o incluso aumentar la productividad y la rentabilidad, al tiempo que aumentan la resiliencia de los sistemas de producción.

 

Este enfoque ecológico anima a los agricultores a pensar de forma holística, buscando siempre formas de mejorar. Reconoce que cada explotación es única y se enfrenta a sus propios retos, pero el objetivo es mejorar la salud tanto de nuestras explotaciones como de las comunidades que las rodean. La agricultura regenerativa ha resultado difícil de definir, pero la siguiente información tratará de ofrecer una mejor comprensión del tema.


Metodología

Pastoreo rotativo: El pastoreo rotativo es un sistema en el que los animales se desplazan con frecuencia para permitir que las plantas descansen y vuelvan a crecer. Esto evita el pastoreo excesivo y mantiene el suelo cubierto, lo que reduce la erosión y ayuda a que la tierra siga siendo productiva. Los traslados frecuentes también garantizan que el estiércol se distribuya uniformemente, añadiendo nutrientes naturales al suelo y promoviendo un crecimiento más fuerte de los pastos.


Cultivo sin laboreo o con laboreo reducido: El laboreo puede romper la estructura del suelo, haciéndolo más propenso a la erosión por el viento y el agua. También reduce la capacidad del suelo para retener el agua, lo que puede ser especialmente perjudicial durante las sequías. La siembra directa o la labranza reducida aborda este problema plantando las semillas directamente en la tierra que ha quedado del cultivo anterior, sin labrar mucho. Esto mantiene intacta la estructura del suelo, le ayuda a retener la humedad y aumenta la materia orgánica, todo lo cual contribuye a un suelo más sano y mejor protegido contra la erosión.


Rotación de cultivos: Plantar los mismos cultivos año tras año puede agotar los nutrientes del suelo y atraer más malas hierbas y plagas. Rotando los cultivos, por ejemplo alternando plantas fijadoras de nitrógeno, como la soja, y cultivos demandantes de nitrógeno, como el maíz, los agricultores pueden reponer de forma natural los nutrientes del suelo y reducir la necesidad de fertilizantes sintéticos. Esta práctica también altera los ciclos de las plagas y ayuda a controlar el crecimiento de las malas hierbas. Además, mantener el suelo cubierto durante todo el año con cultivos de cobertura evita la erosión, aumenta la materia orgánica y mejora la retención de agua.


Agricultura de precisión basada en datos: La agricultura de precisión utiliza herramientas digitales, como sensores de suelo, para personalizar la aplicación de fertilizantes y productos fitosanitarios. Este enfoque específico reduce el despilfarro y garantiza que los recursos se utilicen exactamente dónde y cuándo se necesitan, lo que se traduce en resultados más eficientes y eficaces.


Integración de la ganadería: La introducción de animales como vacas, ovejas, cabras, pollos y cerdos en los sistemas de cultivo puede mejorar la salud del suelo. Al pastar, los animales fertilizan la tierra de forma natural convirtiendo las plantas en estiércol rico en nutrientes. Esto añade valiosa materia orgánica al suelo, mejorando su estructura y promoviendo la salud del suelo a largo plazo.


Zonas forestales y ribereñas: Las zonas de amortiguación son zonas a lo largo de las riberas de los arroyos plantadas con árboles, arbustos o hierbas autóctonos. Actúan como filtros naturales, ralentizando el flujo de agua y evitando la escorrentía de sedimentos a los cursos de agua. Además, la instalación de vallas junto a los arroyos, como las vallas de exclusión, ayuda a mantener al ganado y sus desechos alejados de estas fuentes de agua, protegiendo la calidad del agua.

Principales ventajas

  • Suelo más sano: métodos como la reducción del laboreo, la siembra de cultivos de cobertura, la rotación de cultivos y la integración del ganado pueden mejorar la salud y la estructura del suelo. Esto crea un suelo más fuerte y sano que puede soportar mejor las condiciones meteorológicas extremas, lo que se traduce en mejores pastos y cultivos.
  • Mayor resistencia climática: Un suelo más sano retiene el agua con mayor eficacia, proporcionando resistencia durante las sequías y una mejor absorción del agua durante las estaciones húmedas, combatiendo el riesgo de deslizamientos y erosión.
  • Mejora de la calidad del agua y la salud del ecosistema: El establecimiento de zonas ribereñas y vallado de arroyos ayuda a proteger las vías fluviales reduciendo la escorrentía de sedimentos y evitando la entrada de contaminantes.
  • Flexibilidad de definición: A diferencia de las explotaciones ecológicas, la agricultura regenerativa carece de directrices rígidas, lo que la hace adaptable a diversos contextos agrícolas. Esta flexibilidad permite a los agricultores adaptar las prácticas a sus condiciones y objetivos particulares.
  • Equilibrio entre paisajes productivos y naturales: Las prácticas regenerativas pretenden mejorar los paisajes naturales al tiempo que aumentan la productividad de las explotaciones. Un suelo más sano mejora la calidad de la tierra, lo que a su vez beneficia tanto al rendimiento de los cultivos como a la salud de los animales.
  • El futuro de la agricultura: Los agricultores están profundamente comprometidos con el éxito a largo plazo de sus explotaciones. A medida que se siga investigando y perfeccionando, la agricultura regenerativa puede convertirse en una herramienta clave para garantizar un uso eficaz de la tierra a las generaciones futuras.
  • Menor necesidad de fertilizantes sintéticos: Los suelos más sanos y las diversas rotaciones de cultivos disminuyen la necesidad de fertilizantes sintéticos, reduciendo los costes de los insumos para los agricultores.

Principales retos

  • Discrepancia en la definición: La falta de una definición clara y estandarizada de la agricultura regenerativa puede resultar confusa y suponer un reto para los agricultores que deseen adoptar estas prácticas.
  • Efectos a largo plazo: Aunque la ciencia respalda el potencial de la agricultura regenerativa como solución climática, el alcance y la durabilidad de sus beneficios siguen siendo inciertos.
  • Adopción de prácticas regenerativas: La aplicación de prácticas regenerativas suele implicar un proceso de ensayo y error para determinar qué es lo que mejor funciona en cada explotación, lo que puede requerir muchos recursos y un tiempo considerable para obtener resultados positivos.
  • Eficacia en todas las regiones: Los beneficios de las prácticas regenerativas no son universales. Por ejemplo, el aumento del secuestro de carbono en el suelo puede no tener el mismo impacto en regiones como Nueva Zelanda, donde los niveles de carbono en el suelo ya son elevados.
  • Necesidad de pruebas: Debido a la falta de una definición clara, se necesitan más pruebas e investigación científica para validar los beneficios y garantizar que sean eficaces y alcanzables universalmente.

Contexto mundial

Los agricultores de todo el mundo se enfrentan a retos cada vez mayores debido a la imprevisibilidad del clima y a la creciente presión para cuidar el medio ambiente. Dado que se prevé que la población mundial alcance los 9.800 millones de habitantes en 2050, es más importante que nunca que los agricultores encuentren nuevas formas de asegurar el futuro de la agricultura.

 

Un ejemplo es General Mills, empresa alimentaria estadounidense que pretende implantar prácticas regenerativas en todas sus tierras de cultivo para 2030. Se centran en cinco áreas clave: apoyo a la economía local, mejora de la salud del suelo, gestión del uso del agua, protección de la biodiversidad y fomento del bienestar animal. Han puesto en marcha proyectos piloto para comprobar el impacto de estos métodos sobre el terreno.

 

Por su parte, la granja sueca de Ridgedale combina cultivos, ganadería y educación para formar a la próxima generación de agricultores. Con sólo 120 días al año sin heladas, se centran en reconstruir el suelo y los ecosistemas, demostrando que los sistemas rentables y sostenibles pueden funcionar incluso en entornos difíciles.


Estudio de caso: Gran Barrera de Coral

 
La esgrima virtual es una herramienta innovadora para ayudar a proteger la Gran Barrera de Coral reduciendo la escorrentía de sedimentos en las zonas ribereñas. Esta tecnología permite a los ganaderos subdividir los prados e intensificar el pastoreo sin necesidad de vallas físicas. Esto permite un pastoreo rotativo más preciso, que da a los pastos tiempo para descansar y recuperarse, estimulando un rebrote más sano. A medida que los pastos se recuperan, mejora la calidad del suelo, lo que reduce la escorrentía de sedimentos a los cursos de agua cercanos.

 

Evitar que los sedimentos entren en los ríos y arroyos es crucial para mantener la calidad del agua, vital para preservar los frágiles ecosistemas de la Gran Barrera de Coral. Este método no sólo favorece una mejor gestión medioambiental, sino que también se ajusta a los principios de la agricultura regenerativa, que hacen hincapié en la restauración de la salud del suelo, la mejora de la biodiversidad y la creación de sistemas agrícolas sostenibles.

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