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La ganadería consiste en grandes explotaciones dedicadas a la cría de ganado vacuno, ovino o equino. Con una población en aumento y una demanda creciente de leche y productos lácteos, la producción agrícola deberá aumentar en los próximos años.

 

Los ganaderos pueden satisfacer esta demanda adoptando métodos que aumenten la eficiencia y la rentabilidad al tiempo que minimizan los daños a la tierra. La cría de grandes rebaños en pastos extensivos se inició en España y Portugal hacia el año 100 de nuestra era. A principios del siglo XVI, los exploradores españoles introdujeron el ganado en Estados Unidos. Con el tiempo, las colonias ganaderas crecieron y la cría de ganado se convirtió en una parte fundamental de la agricultura en América. Estos ganaderos utilizaban métodos que se siguen empleando hoy en día, y el equilibrio entre métodos modernos y tradicionales es esencial para el futuro de la ganadería.   


Metodología

Seguimiento y ajuste: El éxito del pastoreo rotativo requiere un seguimiento continuo y una asignación adaptable de los pastos. Los ganaderos observan el comportamiento del ganado, el crecimiento de los pastos y la calidad del forraje. Ajustan el programa de rotación en función de las condiciones meteorológicas, la disponibilidad de forraje y las necesidades de los animales.


Gestión de los pastos: A medida que más ganaderos pastoreaban sus animales en terrenos abiertos, la calidad de la tierra se redujo debido al sobrepastoreo. Los pastos no tenían tiempo de crecer, especialmente en invierno, y se necesitaban nuevas técnicas. La gestión eficaz de los pastos implica técnicas como la división de los pastos, el pastoreo rotativo y la concesión de periodos de descanso y recuperación. La clave está en controlar y ajustar el programa de rotación en función del tiempo, la disponibilidad de forraje y las necesidades de los animales.


Rotación de cultivos: Algunos cultivos, como los cereales y las leguminosas, pueden utilizarse también para alimentar al ganado, lo que permite ahorrar gastos, satisfacer las necesidades nutricionales y esparcir estiércol en los pastos. Sembrar los mismos cultivos año tras año puede agotar los nutrientes del suelo y atraer más malas hierbas y plagas. Rotando los distintos cultivos, los agricultores pueden reponer de forma natural los nutrientes del suelo y reducir la necesidad de fertilizantes sintéticos. Esta práctica también altera los ciclos de las plagas y ayuda a controlar el crecimiento de las malas hierbas.


Marcado: Para el ganado, es el principal método de identificación permanente y prueba de propiedad. Es importante cuando se junta ganado de varias ganaderías, ya que la marca puede verse a distancia. En comparación, una marca auricular no es tan visible, también podría caerse y faltaría información. Las marcas también pueden ser útiles para la trazabilidad. El marcado con hierro caliente era una práctica arraigada, pero el nuevo método de marcado por congelación ha demostrado ser menos molesto para el ganado.


Programas de cría: Para lograr los objetivos de rendimiento deseados para el ganado, se seleccionan genes específicos y se transfieren a través de generaciones con programas de cría. El uso de la mejor genética disponible permite a los ganaderos mejorar los beneficios de su ganado impulsando su rendimiento. Los programas de cría pueden incluir servicios de inseminación natural o artificial. El ganado puede ser de raza pura o cruzado, en función del mercado y el entorno previstos.


Sistemas de pesaje eficientes: Los sistemas de pesaje automatizados proporcionan datos precisos sobre el crecimiento, el rendimiento reproductor y la salud de los animales. Esta información ayuda a los ganaderos a tomar mejores decisiones para mejorar sus prácticas de gestión y aumentar el rendimiento de su ganado.

Principales ventajas

  • Gestión de los pastos: La gestión eficaz de los pastos da tiempo a la tierra para recuperarse, reduciendo la escorrentía de fertilizantes, minimizando la erosión y mejorando la calidad del agua de los arroyos y ríos cercanos.
  • Calidad de los piensos: Mejore la calidad de los piensos para potenciar la salud y el rendimiento de los animales, al tiempo que aumenta el número de cabezas de ganado que pueden alimentarse.
  • Sistemas de pesaje: Los sistemas de pesaje ofrecen un proceso fluido desde la captura de datos hasta la toma de decisiones, superando los retos de los métodos tradicionales basados en papel.
  • Intensificación sostenible: Preserva la tierra para las generaciones futuras sin dejar de satisfacer la creciente demanda mundial de productos agrícolas.
  • Producción de fertilizantes: El estiércol del ganado es una gran fuente de abono orgánico, que puede aumentar la fertilidad del suelo y la producción de cultivos si se gestiona adecuadamente.
  • Forma de vida: Los ganaderos mantienen una larga tradición de criar carne de vacuno de calidad con trabajo duro y valores sólidos. Para muchos, la ganadería es más que un trabajo. Es una forma de vida, a menudo construida en torno a la familia y los amigos que se apoyan mutuamente.

Principales retos

  • Degradación del suelo: La compactación del suelo por las pezuñas del ganado degrada aún más su calidad. El ganado tiene pezuñas pesadas y planas que comprimen y aplastan el suelo, lo que reduce su capacidad de absorber agua y nutrientes.
  • Sobrepastoreo: Las tierras secas corren el riesgo de sufrir sobrepastoreo, que puede dañar la calidad del suelo y contribuir a la desertificación. El pastoreo excesivo puede provocar la erosión del suelo, y la pérdida de la capa superficial reduce la calidad del forraje y la productividad de los cultivos.
  • Aumento de la demanda: La demanda de proteínas animales aumentará significativamente en los próximos años para dar cabida a una población en aumento. El uso limitado de la tierra plantea el reto de producir más con menos.
  • Desafíos medioambientales: El cambio climático ha aumentado la frecuencia de las temperaturas, las sequías y los incendios forestales. Los ganaderos llevan tiempo experimentando estas condiciones, lo que les proporciona unos conocimientos únicos para gestionarlas.
  • Menor disponibilidad de agua: Las aguas de escorrentía procedentes de la ganadería pueden contener estiércol, antibióticos, hormonas y fertilizantes que pueden contaminar el agua. El aumento de las sequías puede reducir la disponibilidad de agua, el suministro de forraje y la productividad del ganado.

Contexto mundial

La producción ganadera utiliza cerca del 30% de la superficie agrícola mundial, tanto para pastos como para cultivos forrajeros. Aunque las tasas mundiales de fertilidad están disminuyendo, la demanda de alimentos seguirá creciendo debido al impulso demográfico y al aumento de la clase media. Para 2050, se espera que se duplique el número de personas que viven en ciudades, lo que impulsará la demanda de productos ganaderos como la leche y la carne. La producción ganadera también es responsable de entre el 10% y el 18% de las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero, y la producción de carne de vacuno y leche contribuye a cerca de la mitad de ellas.

Hay ganaderías en todos los continentes salvo en la Antártida. El sector ganadero sudamericano sigue creciendo, liderado por Brasil y Argentina. En Australia y América, la ganadería es un importante sector de la economía y un modo de vida para muchos. África cuenta con ganaderías de animales salvajes, que mantienen poblaciones sanas de animales y atraen a los ecoturistas. La ganadería a gran escala es común en las islas del Pacífico Sur, pero rara en Asia. La mayoría de los países europeos son demasiado pequeños para mantener ganaderías, aunque hay algunas fuera de España y Portugal.

 

Estudio de caso: Pastoreo rotativo en Brasil

 
En las explotaciones ganaderas de Brasil se están promoviendo ampliamente los sistemas de pastoreo rotativo para aumentar el número de animales que puede soportar la tierra. En la Amazonia brasileña, las zonas con un uso del pastoreo rotativo superior a la media registran un 13% más de productividad agrícola que las que lo utilizan menos. En el Pantanal brasileño, los rebaños que utilizaban el pastoreo rotativo tenían un peso del ganado y unas tasas de preñez un 15% y un 22% superiores. Además, estos sistemas rotativos pueden mantener entre dos y seis veces más ganado que las zonas de pastoreo continuo. (Latawiec et al., 2014).

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