Aumente el valor de sus corderos pesando su ganado con regularidad

Los recientes retrasos en el procesamiento de corderos significan que algunos ganaderos han perdido la oportunidad de obtener primas por animales de peso objetivo buscados por clientes extranjeros. Lindsay Whyte, responsable territorial de Gallagher en Otago, afirma que este problema es un recordatorio oportuno de la importancia de pesar regularmente a los animales y de utilizar los datos para tomar decisiones sobre la alimentación y la eliminación selectiva.

«Los ganaderos de ovino se han visto gravemente afectados por la acumulación de animales en las plantas de procesado de Nueva Zelanda, ya que la ola de COVID-19 Omicron ha provocado que el procesado de la carne se haya visto limitado, con personal de baja por enfermedad. Aunque la mayoría de las plantas han recuperado su plena capacidad, el hecho de no poder enviar animales para su procesamiento significa que muchos ganaderos han dejado de recibir los pagos de las primas por sus animales y han tenido que aplazar los rebaños».

Las empresas de transformación se fijan como objetivo un peso en canal de 20 kg para los corderos. Esto viene determinado por la demanda de los clientes de un determinado tamaño de producto. Los corderos de más de 20 kg no reciben la misma prima.

«Si un ganadero envía una manada de corderos a procesar y algunos están por debajo o por encima de la marca de los 20 kg, puede empezar a mermar sus beneficios en un mercado ya de por sí difícil», afirma Lindsay. «Aunque los retrasos en el procesado estaban fuera del control de los ganaderos, el pesaje regular del ganado es una herramienta que los ganaderos pueden utilizar en estas situaciones para ayudarles a hacer un plan de alimentación para cualquier grupo que tengan que retener».

La obtención de primas por los corderos pone de manifiesto la importancia de que los ganaderos pesen regularmente a los animales como parte de su actividad diaria, para garantizar el cumplimiento de los pesos objetivo y maximizar los beneficios.

Lindsay afirma que alrededor de un tercio de los ganaderos de su región siguen optando por evaluar el peso de los animales a ojo o pedir a los agentes ganaderos que evalúen si están listos para ser procesados. «No se puede gestionar lo que no se mide. Si los ganaderos quieren que sus animales se acerquen lo más posible a los 20 kg de peso, deben controlar sus progresos y ajustar su régimen de alimentación», afirma Lindsay. «Pesar regularmente a los animales también ayuda a detectar a tiempo cualquier problema de salud».

Alcanzar los objetivos de pesaje para maximizar las oportunidades y minimizar los riesgos

El economista jefe de Beef + Lamb New Zealand, Andrew Burtt, afirma que el valor medio previsto de las exportaciones de carne de ovino se encuentra actualmente en un nivel récord, un 18% por encima de la media de los últimos cinco años. Pero los ganaderos siguen afrontando muchos retos. Aunque los precios en granja han sido buenos, los ganaderos siguen recelosos sobre el impacto de la variante Omicron de COVID-19 en los procesadores y sobre si podrán sacar su ganado de la granja cuando lo necesiten.

«La demanda de cordero neozelandés es fuerte en todos los mercados clave. La oferta mundial de carne de ovino es limitada, y la fuerte demanda de los consumidores está apoyando la subida de los precios en el mercado, pero los ganaderos siguen enfrentándose a un entorno difícil, desde la incertidumbre en la transformación hasta los cambios en la política climática y medioambiental y el impacto de la inflación en las explotaciones», afirma Andrew.

Según él, las primas que pagan los transformadores por determinados pesos dependen de la demanda de los clientes, y los ganaderos se esfuerzan por alcanzar esos objetivos para asegurarse una prima por su producto. «Alcanzar los objetivos maximiza las oportunidades y gestiona el riesgo en un momento de incertidumbre», afirma Andrew. «La posibilidad de mantener el ganado más tiempo del necesario también añade presiones adicionales para la alimentación».